miércoles, 18 de marzo de 2009

Xenofobia

La xenofobia es uno de los prejuicios con más recelo y rechazo contra los extranjeros, o, en general, contra los grupos étnicos diferentes, o contra personas cuya fisonomía social, política y cultural es diferente. Etimológicamente viene del griego ξένος (xenos), que significa «extranjero», y φοβία (fobía) «aversión».
La xenofobia es parte del comportamiento animal en muchas especies de mamíferos superiores gregarios, por ejemplo los chimpancés, que llegan a mantener verdaderas guerras contra otros clanes que intenten asentarse en su territorio. La especie humana no es una excepción, habiéndose producido rechazos a los asentamientos masivos de extranjeros a lo largo de toda la historia y en todo el mundo. En la última década del siglo XX este rechazo se manifestó muy agresivamente en todas las sociedades y en lugares donde cohabitan diferentes grupos étnicos que no están ni mezclados ni integrados en las comunidades autóctonas. Como el racismo, la xenofobia es una ideología del rechazo y exclusión de toda identidad cultural ajena a la propia. Se diferencia de aquel en que no implica sentimiento de superioridad racial o cultural, y aunque proclama la segregación cultural acepta a los extranjeros pero sólo mediante su asimilación sociocultural. Ese deseo de preservación de cultura de una región sin imposiciones ajenas la asocia más con el nacionalismo.
La xenofobia se basa en argumentos -a veces prejuicios, a veces opiniones meditadas- históricos, lingüísticos, religiosos, culturales, e incluso nacionales, para justificar la separación total y obligatoria entre diferentes grupos étnicos, con el fin de no perder la "identidad propia", argumento éste muy esgrimido por los defensores de las comunidades indígenas, que practican una xenofobia muy radical, consiguiendo de gobiernos como el brasileño incluso la prohibición de pisar territorio indígena, para mantener la cultura de dichas comunidades sin influencias que las desvirtúen.[1] . Combinando estos argumentos la xenofobia mayoritariamente rechaza y excluye los extranjeros poco integrados en la cultura local y a los que inmigran por motivos económicos y en cantidades masivas en la medida en que ve en ellos un competidor por los recursos existenciales. Esta xenofobia asociada a los procesos migratorios no es algo exclusivo de la población receptora de tales migraciones; muchos inmigrantes no aceptan la cultura que les acoge ni se esfuerzan por mezclarse con los nativos, conocer su cultura y tradición, y a veces ni siquiera por aprender el idioma o respetar unos hábitos de ruido, de cuidado de las calles y material urbano y una concepción del comportamiento cívico diferente a los de sus países de origen.
La crisis socioeconómica y los flujos migratorios desbordantes que han soportado muchos países a finales del siglo XX han multiplicado sus problemas sociales, hecho que ha incrementado los actos xenófobos, que van desde pintadas, pancartas, folletos, discursos y campañas de partidos políticos minoritarios, hasta actos violentos, como agresiones individuales y colectivas, incendios provocados, linchamientos y asesinatos. A menudo algunos medios de comunicación insisten en las diferencias culturales, presentando las costumbres y los actos culturales ajenos como cosas extrañas y sorprendentes; pero la mayoría de los grandes medios minimizan tales diferencias pese a que algunas como la subyugación de la mujer, la aceptación de la pena de muerte o el poder de los líderes religiosos puedan resultar inaceptables para las culturas autóctonas. Tales medios, en manos de grupos editoriales normalmente afines a los grandes partidos, suelen minimizar también el aumento de la delincuencia, de la precariedad laboral, y en general todo suceso escabroso que pueda causar rechazo social a la inmigración, y por ende un aumento de la xenofobia. Tal aumento dificultaría a la clase empresarial, a la que pertenecen sus dueños, seguir importando mano de obra barata y dispuesta a aceptar condiciones laborales inaceptables para el trabajador nativo.[2] [3]
Por ello el sentimiento xenófobo es algo que los principales líderes políticos de las naciones más ricas intentan combatir, pues gran parte del éxito de sus empresas se basa en esa mano de obra barata que reduce costes laborales; para ello el concepto de xenofobia es intencionada y habitualmente asociada a sentimientos negativos como el odio, el rechazo o la violencia racista.


http://es.wikipedia.org/wiki/Xenofobia